Somos una gran familia contigo
El
próximo domingo celebramos todas las diócesis la DIADA DE GERMANOR
(IGLESIA DIOCESANA). Unos días antes os anuncio lo que puede servir de
preparación para esa jornada, que se ha convertido en un referente en
este mes de noviembre. Aprovecho el comentario del Full Dominical y la
reproducción en la prensa local para adelantar mi escrito en los
folletos que se distribuyen en las parroquias con este motivo.
Es el mismo lema que se utilizó el año pasado,
«Somos una gran familia contigo». Me parece que es una buena opción
porque nos hace caer en la cuenta, una vez más, que los cristianos
formamos una familia y, como tal, trata de buscar soluciones a los
problemas varios que la vida diaria le plantea, proyecta con alegría su
futuro, mirando no sólo a su entorno más íntimo sino
también al espacio
exterior, y vive el presente con la inmensa ayuda que le proporcionan
los demás miembros. Todos recordáis que en la última Asamblea Diocesana
se habló mucho de nuestras comunidades.
Se pedía con insistencia la aplicación a la vida
ordinaria de unas virtudes muy propias de la familia. Nos exigíamos que
los comportamientos y las palabras de los cristianos fueran muy
parecidos a los de una familia que ama, que respeta y que dialoga. Los
deseos de todos los participantes en la Asamblea se centraban en
conseguir que la Iglesia fuera percibida por la sociedad actual como la
familia de los hijos de Dios, que sabe expresar la ternura de Jesucristo
en las relaciones interpersonales y quiere servir con autenticidad
evangélica a quien lo solicite, empezando por los más necesitados. Esta
jornada tiene su mirada puesta en la Iglesia diocesana de la que
formamos parte todos nosotros. Es éste un nivel distinto al parroquial
con el cual muchos de vosotros os identificáis de forma inmediata.
Esta jornada tampoco trata de la Iglesia
universal, de la cual formamos parte simultáneamente y a la que nos
sentimos fuertemente vinculados por la acción del Espíritu Santo y por
la realidad tan atractiva que manifiesta el Papa y los restantes
miembros (diócesis, congregaciones religiosas, asociaciones de fieles),
cuando se preocupan de las enormes necesidades de nuestro mundo. Todas
las demás diócesis celebran también esta misma jornada y el objetivo es
el mismo: cohesio nar mejor su comunidad en la oración, en la
celebración y en el compartir. Aunque para esta reflexión un solo día
tiene sus limitaciones, es una buena oportunidad para tratar de mejorar
nuestras relaciones diocesanas, ayudando en las necesidades del pró-
jimo y recibiendo una adecuada información de todo aquello que se hace.
En este folleto encontraréis muchos datos, cifras y
actividades del año 2016 referidos únicamente a nuestra diócesis de
Lleida. A algunos les sorprenderá la gran cantidad de acciones
realizadas; a otros les parecerá corto el número y querrían llegar a
niveles más altos de atención.
Ese es nuestro reto: conseguir que aumente el
porcentaje de los colaboradores y presentar una comunidad más acogedora,
fraterna y misionera. Todo ello se hace con transparencia y fidelidad a
los datos y al servicio que tiene encomendado. Que estas líneas sirvan
para agradecer vuestro cariño por la diócesis, vuestra entusiasta
colaboración y vuestras oraciones. Esta misma gratitud se amplía hacia
todos aquellos que, con independencia del grado de asentimiento
religioso, nos ayudan porque confían en el buen hacer de la Iglesia en
general y de la diócesis en particular. Unos y otros aportan sus
respectivos donativos para que las acciones proyectadas lleguen al mayor
número de personas que lo necesitan.
† Salvador Giménez Valls
Obispo de Lérida